martes, 27 de octubre de 2015

"Persigo mi reflejo, ando desorientado"

No son nada más que palabras. Tan solo son restos de vida que van quedando por el camino y que con el tiempo no dejan de permanecer ahí para recordar quién eres.
Andamos, seguimos, y con nuestro avance, vamos creando nuevas experiencias, nuevos mundos que sin quererlo nos siguen cambiando.
Y es que cuando te quieres dar cuenta, miras hacia atrás y ya no queda nada del que eras al principio del camino, ya no te reconoces ni tú.
Nunca olvides quién eres, ni de dónde has venido.